Psicologo. Enrique López Ambía.
Ser resiliente es sobreponerse, puede ser la más grande tragedia o un dolor pequeño y temporal.
Poder sobreponernos a la adversidad, al dolor, a las pérdidas grandes y las pequeñas, poder aprender de las situaciones que nos derrumban, que nos ponen de rodillas.
Un himno a la resiliencia es el “If” de Rudyard Kipling.
Si puedes estar firme cuando en tu derredor
todo el mundo se ofusca y tacha tu entereza;
si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza;
si puedes esperar y a tu afán poner brida,
o blanco de mentiras esgrimir la verdad,
o siendo odiado al odio no darle cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.
Si sueñas pero el sueño no se vuelve tu rey;
si piensas y el pensar no mengua tus ardores;
si el triunfo o la derrota no te imponen su ley
y los tratas lo mismo, como a dos impostores;
si puedes soportar que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados,
o mirar hecha trizas tu adorada quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados;
si puedes mantenerte en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlos cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice: “Adelante”.
Si entre la turba das a la virtud abrigo;
si marchando con reyes del orgullo has triunfado;
si no pueden herirte ni amigo ni enemigo;
si eres bueno con todos, pero no demasiado;
si puedes llenar los preciosos minutos
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y todos sus codiciados frutos,
y lo que más importa: ¡serás hombre, hijo mío!
Ya sea por una adversidad ajena a tus planes, por la turba política, por problemas económicos, amorosos, por una salud que flaquea, por un ser querido que sufre, ser capaces de sobreponernos, de reconstruir, de sonreír, ver la línea luminosa en las nubes de tormenta es parte de la resiliencia.
Toma mucho esfuerzo y lo que a unos parece sencillo a otros los dobla, desarrollar la capacidad de recuperarnos es fundamental, vivir el momento, no dejar que el pasado te doble y que el futuro te angustie, eso es ser resiliente.
Y no solo es la capacidad de sobrevivir y reconstruir, sino de obtener un aprendizaje del evento.